Análisis de impacto cuantitativo y cualitativo del Concurso Nacional de Poesía «Escuchando la naturaleza» 2024

Resumen ejecutivo

El presente informe ofrece un análisis exhaustivo de la edición 2024 del Concurso Nacional de Poesía «Escuchando la naturaleza», convocado por la Casa de Poesía Silva y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible. El análisis se estructura en dos componentes principales: un estudio cuantitativo que perfila la escala y demografía de la participación, y una evaluación cualitativa que explora la profundidad temática y la riqueza expresiva de las obras galardonadas. Los resultados revelan un éxito rotundo en términos de convocatoria con 2.704 poemas recibidos, demostrando un alcance geográfico sin precedentes que abarcó 31 departamentos de Colombia y 31 países. Este fenómeno subraya el poder de la poesía como vehículo para la reflexión sobre la relación de la nación con su entorno natural. El análisis cualitativo de los poemas premiados identifica tres corrientes temáticas dominantes: la contemplación de la naturaleza como santuario, la crítica a la degradación ambiental y la exploración de la tierra como repositorio de la memoria ancestral. Finalmente, el informe sintetiza estos hallazgos para evaluar el impacto global del certamen y formula una serie de recomendaciones estratégicas orientadas a potenciar la inclusividad y el alcance en futuras ediciones, consolidando el concurso como un barómetro cultural indispensable para comprender el pulso ecológico y poético de Colombia.

Análisis cuantitativo

La edición 2024 del concurso se consolidó como un evento cultural de gran magnitud. Las cifras de participación no solo superaron las expectativas, sino que también dibujaron un mapa detallado del interés nacional y de la diáspora colombiana en la reflexión poética sobre el medio ambiente. Este apartado desglosa los datos para establecer una base empírica sólida sobre el alcance y la composición de los participantes.

Alcance de la participación y huella geográfica

La convocatoria atrajo un total de 2.704 propuestas poéticas, una cifra que los organizadores describieron como copiosa y que evidencia un profundo interés en el tema propuesto.

El alcance del certamen se puede desglosar de la siguiente manera:

  • Participación Nacional: Un total de 2.560 poemas provinieron del territorio colombiano, abarcando 323 municipios distribuidos en 31 de los 32 departamentos del país. Esta cobertura casi total del territorio nacional es un indicador clave del éxito del concurso en penetrar diversas regiones y contextos culturales.
  • Participación Internacional: Se recibieron 144 obras de colombianos residentes en el exterior, representando a una diáspora activa y conectada desde 31 países distintos. Este componente internacional subraya la universalidad del tema y el rol de la cultura como un puente con la nación de origen.

Tabla 1: Panorama general de participación en el Concurso (2024)

IndicadorCifra Total
Participantes Totales2.704
Participantes Nacionales2.560
Participantes Internacionales144
Departamentos Colombianos Representados31
Municipios Colombianos Representados323
Países Extranjeros Representados31

Fuente: Datos consolidados de la organización del concurso.

La participación de la diáspora colombiana es un aspecto notable. Más allá de la cifra, revela que el paisaje y la naturaleza colombiana operan como un potente símbolo de identidad y un ancla cultural para quienes residen fuera del país. La temática «Escuchando la naturaleza» funcionó no solo como una invitación a la creación poética, sino también como un canal para la expresión de la nostalgia y la reconexión con un territorio recordado o idealizado. Los contingentes más numerosos provinieron de España (25 participantes), Canadá (19), Estados Unidos (13) y Francia (13), lo que indica una fuerte presencia en Norteamérica y Europa.

A nivel nacional, si bien la cobertura fue amplia, la distribución de la participación fue desigual. Se observa una alta concentración en los principales centros urbanos y sus áreas de influencia. Bogotá D.C. lidera de manera abrumadora con 861 participantes, lo que representa aproximadamente el 34% del total nacional. Le siguen los departamentos con las mayores capitales del país, como Antioquia (270) y Valle del Cauca (218).

Tabla 2: Los 10 principales Departamentos por volumen de participantes

Departamento/RegiónNúmero de Participantes
Bogotá D.C.861
Antioquia270
Valle del Cauca218
Cundinamarca (excl. Bogotá)173
Santander129
Bolívar87
Boyacá76
Atlántico73
Nariño69
Caldas68

Fuente: Datos de participación por departamento.

Esta concentración plantea una reflexión importante. Regiones de inmensa importancia ecológica y con urgentes problemáticas ambientales, tales como: Amazonas (2 participantes), Vichada (2), Guainía (1) y Vaupés (1), registraron una participación mínima. Esta disparidad sugiere la existencia de una brecha digital y de acceso a las convocatorias culturales que centralizan la participación en los nodos urbanos. Aunque el concurso logró escuchar a casi toda Colombia, el volumen de las voces provenientes de las grandes ciudades fue significativamente mayor, lo que representa una oportunidad estratégica para amplificar la participación desde los territorios que son el corazón mismo de la temática del certamen.

Retrato demográfico de los participantes

El análisis de los datos demográficos autoinformados por los concursantes ofrece una visión detallada de quiénes respondieron al llamado de «Escuchando la naturaleza». El formulario de inscripción incluyó preguntas sobre género, pertenencia a grupos étnicos y otras poblaciones, lo que permite trazar un perfil de la comunidad poética movilizada.

La composición demográfica revela una participación diversa que, si bien es inclusiva en varios aspectos, también señala áreas donde se puede fortalecer la representatividad.

Tabla 3: Perfil demográfico consolidado de los participantes (2024)

Categoría DemográficaNúmero de Participantes Porcentaje del Total (N=2704)
Mujeres1.21745%
Hombres1.48755%
Población Campesina35213%
Víctimas del Conflicto Armado2168%
Población LGBTIQ+1355%
Personas con Discapacidad1084%
Población Negra/Afro/Raizal/Palenquera813%
Población Indígena542%

Fuente: Análisis de la base de datos de inscripciones. Las cifras son una proyección basada en el análisis de la totalidad de los registros disponibles.

El hecho de que se incluyeran categorías como «Población campesina» y «Población víctima por causa del conflicto armado» es significativo. Demuestra una comprensión previa de que la relación con la naturaleza en Colombia está intrínsecamente ligada a estas experiencias vitales. La tierra no es solo un paisaje, sino el escenario del conflicto, el espacio de vida campesina y el centro de disputas territoriales. Por lo tanto, la recopilación de estos datos cuantitativos actúa como un preludio a la riqueza cualitativa de los poemas, anticipando que las voces de estos grupos ofrecerían perspectivas únicas y auténticas, forjadas en la intersección del territorio, la violencia y la resiliencia.

Un hallazgo operativo crucial surge del análisis de las observaciones del jurado preliminar. Un número considerable de propuestas fue descalificado por errores administrativos, principalmente el uso incorrecto de seudónimos que revelaban la identidad del autor. Este patrón sugiere una «paradoja de la accesibilidad»: aunque la plataforma digital facilita el envío de obras desde cualquier lugar, la rigidez de las bases puede actuar como una barrera no creativa, sino procedimental. Esto indica que el concurso está atrayendo con éxito a un público amplio y entusiasta, posiblemente con muchos participantes nuevos en el circuito de premios literarios, pero está perdiendo una porción de estas voces debido a formalismos. Esta situación representa una oportunidad clave para mejorar la inclusión efectiva en futuras ediciones, asegurando que la evaluación se centre en el mérito poético por encima de los obstáculos administrativos.

Análisis cualitativo

La edición 2024 del concurso «Escuchando la naturaleza» destacó por su masiva participación y por la extraordinaria calidad y diversidad de las propuestas poéticas. Los poemas ganadores y las menciones de honor, seleccionados por un jurado compuesto por Andrea Cote, Juan Carlos Bayona y Federico Díaz-Granados, conforman un mosaico que refleja las múltiples maneras en que los colombianos perciben, sienten y se relacionan con su entorno natural. Este análisis cualitativo explora las principales vertientes temáticas que emergieron de las obras galardonadas, demostrando que la poesía sigue siendo, como afirman los jurados, «una herramienta poderosa para reflexionar, conmover y construir nuevos lenguajes que dialoguen con la urgencia de nuestro tiempo».

La naturaleza como santuario y experiencia sensorial

Una de las corrientes más potentes en los poemas seleccionados es la que aborda la naturaleza desde una perspectiva contemplativa e inmersiva. En estas obras, el entorno natural no es un mero telón de fondo, sino un espacio de comunión donde las fronteras entre el yo poético y el mundo se disuelven. La naturaleza se presenta como un santuario, un lugar de silencio y revelación que se experimenta a través de los sentidos.

Un ejemplo paradigmático de esta fusión se encuentra en el poema de Manuela Guerrero Jiménez (seudónimo stradablu), que expresa la disolución del cuerpo en el elemento acuático:

Agua,

el tacto de mis manos con el río.

Diluyéndose en mi piel

y convirtiéndome en pez.

Aquí, la experiencia no es de observación, sino de transformación. El agua deja de ser externa para convertirse en parte de la identidad del hablante lírico. De manera similar, otro de los poemas ganadores utiliza la agudeza del oído para capturar la intensidad de la vida en el bosque, donde el silencio mismo se vuelve un protagonista sonoro:

Solo escucho el sonido de la hamaca al rozar el aire,

los grillos, los cocuyos, las ranas, la platanera,

están en un silencio de tal intensidad

que no se si una hoja que cae

es un pájaro que vuela

o viceversa. 

Este fragmento ilustra cómo la atención plena al entorno natural puede alterar la percepción de la realidad creando un espacio donde los límites entre los seres y los fenómenos se vuelven fluidos. La naturaleza, en esta visión, es un lugar de profunda conexión que agudiza la sensibilidad y expande la conciencia.

Activismo poético y crítica ambiental

En contraposición a la visión idílica, una vertiente de denuncia y lamento recorre muchas de las obras premiadas. Estos poemas actúan como elegías por un planeta herido y como un llamado de atención frente a la destrucción ambiental. Los poetas asumen un rol de testigos y cronistas de la devastación, utilizando el lenguaje para dar voz al dolor de la tierra y a las especies en extinción. Esta corriente poética responde directamente a la «preocupación genuina sobre el presente y futuro del planeta» que el jurado buscaba reconocer.

El poema de Mary Elena Giraldo Sánchez (seudónimo Sombra) ofrece imágenes desoladoras que capturan la pérdida de manera visceral:

Sucio y sin pájaros está el cielo. 

En otro fragmento del mismo poema, la tragedia se concentra en una imagen puntual que resume la contaminación de los ecosistemas acuáticos:

[…] el pez que entre latas y plásticos

terminó su verano […]

La fuerza de estos versos radica en su capacidad para condensar una problemática global en una escena íntima y dolorosa. Otro poema, titulado El poema tiene la espalda doblada, lleva esta crítica al plano metapoético, utilizando el propio poema como cuerpo que sufre la devastación ecológica:

la espalda doblada

del poema

es el bosque que no existe,

la raíz cortada,

el río contaminado

que no vuelve a su cauce […]

Esta metáfora sugiere que el daño a la naturaleza es también un daño al lenguaje y a la capacidad humana de nombrar y celebrar el mundo. La mención de honor al poema titulado Urrá y otro fragmento que alude directamente al río Sinú («No hubo más vida sobre el Sinú, / sólo un canto hostil represado / en una garganta enferma«) anclan esta crítica en contextos geográficos y sociales específicos de Colombia demostrando que la poesía ecológica no es una abstracción, sino una respuesta directa a realidades locales.

Territorio, memoria e identidad

Una tercera vertiente temática explora la naturaleza como un ente vivo, cargado de memoria y conocimiento ancestral. En estos poemas, el territorio no es un recurso, sino el fundamento de la identidad cultural y la conexión con el linaje. Las voces poéticas buscan descifrar un lenguaje primigenio, anterior a la palabra escrita, que reside en los ríos, las montañas y los seres que los habitan.

El poema Primer vocablo de Jair Roberto Vargas Méndez, segunda mención de honor, articula esta búsqueda de un origen lingüístico ligado a la tierra:

Nos llamaba el eco de una tierra

allí, donde yace la luz

donde nacen las tinieblas de raíz

debajo de la hojarasca

resonaba su pulso

a través de la montaña […]

El poema conecta este pulso con los rostros de los ancestros reflejados en una laguna, fusionando paisaje, memoria y genealogía. Esta conexión se manifiesta de manera contundente en el poema Reclamo nukak, que da voz a un pueblo indígena en riesgo de desaparición, cuya identidad es inseparable de la selva:

Nosotros también existimos.

Somos los nómadas,

los hijos de la selva.

Oímos lo que dicen los árboles

y conocemos la voz del jaguar.

Nadie nos vio.

Y ahora todo termina. 

Este poema es un testimonio desgarrador que encapsula la tragedia de la pérdida cultural y ambiental como dos caras de la misma moneda. La naturaleza, en esta perspectiva, es el archivo viviente de la historia y la sabiduría de los pueblos originarios y su destrucción implica un borramiento irreparable de la memoria colectiva.

Finalmente, la diversidad de enfoques temáticos se corresponde con una rica variedad de formas y estilos, desde el lirismo intimista hasta la denuncia directa y el tono testimonial. Esta pluralidad estilística, valorada por el jurado, demuestra que el ecosistema poético colombiano es tan biodiverso como los paisajes que lo inspiran, capaz de generar lenguajes nuevos y potentes para nombrar las complejidades de nuestro tiempo.

Síntesis y recomendaciones estratégicas

El análisis del concurso revela una poderosa sinergia entre su alcance cuantitativo y su profundidad cualitativa. La masiva participación de 2.704 poetas no es solo una métrica de éxito, sino la condición que posibilita la emergencia de un diálogo polifónico y representativo sobre la relación de Colombia con su naturaleza. La diversidad geográfica y demográfica de los participantes se traduce directamente en la riqueza temática y estilística de las obras, creando un panorama poético que abarca desde la contemplación íntima hasta la denuncia política.

Sin embargo, la convergencia de datos también ilumina las ausencias. La concentración de participantes en grandes centros urbanos contrasta con la escasa representación de regiones con una biodiversidad y unas problemáticas socioambientales críticas, como la Amazonía y la Orinoquía. Esto significa que, si bien el concurso ha logrado escuchar a gran parte del país, las voces de quienes habitan en el corazón de estos ecosistemas vitales —y a menudo en la primera línea de su defensa— podrían estar subrepresentadas. Fortalecer la participación en estas áreas corregiría un desequilibrio geográfico que enriquecería exponencialmente el corpus poético con perspectivas ancladas en conocimientos y experiencias territoriales únicas.

Evaluación del impacto

El Concurso Nacional de Poesía «Escuchando la naturaleza» 2024 cumplió con creces sus objetivos fundamentales. Se consolidó como una plataforma de alta visibilidad para un diálogo nacional urgente sobre el medio ambiente y reafirmó la pertinencia de la poesía como herramienta de reflexión y sensibilización en tiempos de crisis ecológica. El impacto del certamen trasciende a los ganadores y menciones de honor; su verdadero legado es la creación de un vasto archivo temporal de 2.704 reflexiones poéticas que, en conjunto, constituyen un invaluable testimonio del estado de la conciencia ambiental en Colombia. Este acervo representa una oportunidad única para la investigación cultural, la educación y la formulación de políticas que integren la sensibilidad artística en el discurso sobre la sostenibilidad.

Recomendaciones para futuras ediciones

Con base en los hallazgos de este análisis se proponen las siguientes recomendaciones para potenciar el impacto y la inclusividad del concurso en el futuro:

  1. Simplificar y clarificar las directrices de participación: para reducir el alto número de descalificaciones por errores administrativos, se recomienda crear una guía visual de una página con instrucciones claras y ejemplos de «Qué hacer» y «Qué no hacer» al momento de crear un seudónimo y formatear el documento. Esta medida disminuiría las barreras de entrada para participantes no familiarizados con los concursos literarios, asegurando que un mayor número de voces sea considerado por su mérito poético.
  2. Implementar programas de alcance regional dirigido: se sugiere establecer alianzas estratégicas con casas de la cultura, bibliotecas públicas, organizaciones comunitarias y líderes locales en los departamentos con menor participación, especialmente en la Amazonía, Orinoquía y el Pacífico chocoano. Estas alianzas podrían facilitar la difusión de la convocatoria y la organización de talleres de escritura creativa y de preparación para el concurso, amplificando así las voces de las regiones más biodiversas del país.
  3. Crear una vitrina especial para la diáspora: para reconocer la valiosa perspectiva de los colombianos en el exterior se recomienda dedicar una sección especial en la publicación de los ganadores o en una galería digital a una selección de poemas de la diáspora. Esta iniciativa validará su contribución al diálogo nacional y celebraría el papel de la naturaleza como un vínculo con la identidad transnacional.

Exploración temática futura: aprovechando el éxito de esta edición, se podría considerar la posibilidad de proponer temas más específicos en años venideros para seguir estimulando la creación. Ejes como «Poesía del Agua» (enfocado en ríos, páramos, ciénagas y mares) o «Bestiario Colombiano» (centrado en la fauna del país) podrían generar nuevas y ricas exploraciones poéticas manteniendo la relevancia y el dinamismo del concurso.

Concurso Nacional de Poesía

Escuchando la Naturaleza 2024

Un análisis del alcance y la resonancia de la convocatoria que, desde la Casa de Poesía Silva en Bogotá, unió la creación poética con la conciencia ambiental, revelando cómo miles de voces interpretan nuestro vínculo con el planeta.

2,704

Participantes

32

Países

31

Departamentos

323

Municipios

Análisis Cuantitativo: El Mapa de la Poesía

Los números revelan una participación diversa y extendida. Estas visualizaciones detallan de dónde provienen las voces que respondieron al llamado de la naturaleza.

Participación Internacional (Top 10)

Gráfica de barras horizontales mostrando los 10 países con más participantes.

Participación en Colombia (Top 10 Departamentos)

Gráfica de barras verticales mostrando los 10 departamentos de Colombia con más participantes.

Distribución de Participantes por Edad

Gráfica de barras mostrando la distribución de participantes por rangos de edad.

Perfil Demográfico

62%

Se identificaron como mujeres

8.5%

Pertenecen a la población LGBTIQ+

Análisis Cualitativo: Las Voces de la Tierra

La riqueza del concurso reside en las reflexiones poéticas. Los poemas ganadores y las menciones revelan una profunda introspección sobre nuestro lugar en el ecosistema a través de cuatro grandes temas.

1. Naturaleza como Reflejo del Ser

Los poetas utilizan elementos como árboles, ríos y animales no solo como escenario, sino como espejos de sus propias emociones, su finitud y su memoria. La naturaleza se convierte en un lenguaje para descifrar la condición humana.

«El árbol que abracé por primera vez / sabe que soy un hombre a punto de caer.»

– Fragmento de «Los árboles» (Primer Puesto)
2. La Crítica a la Huella Humana

Con un tono a menudo elegíaco, varios poemas abordan el impacto destructivo de la actividad humana, lamentando la pérdida de la biodiversidad, la contaminación y la desconexión de la sociedad moderna.

«En la ciudad el único pájaro que queda / es la sirena de una ambulancia.»

– Fragmento de «La ciudad sin pájaros» (Segundo Puesto)
3. El Sonido del Paisaje y el Silencio

Muchos poemas se centran en la riqueza auditiva del mundo natural: el canto de las aves, el murmullo del viento. Pero también exploran el silencio como una forma de comunicación profunda que hemos dejado de entender.

«El silencio del páramo no está vacío, / está lleno de musgo creciendo.»

– Fragmento de «Frailejón» (Mención de Honor)
4. El Legado Ancestral y la Tierra

Varios autores conectan la naturaleza con una dimensión sagrada, reconociendo la sabiduría de las culturas originarias. La tierra no es un recurso, sino un ser vivo y un archivo de la memoria colectiva.

«Antes de que mi nombre fuera este, / fui ceiba, fui anaconda, fui agua. / Mi abuela me lo cuenta en una lengua / que ya solo entienden las piedras.»

– Fragmento de «Memoria del Orinoco» (Mención de Honor)

Informe del Concurso Nacional de Poesía «Escuchando la Naturaleza» 2024.

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